Toda la vida he estado acompañada, si vine al mundo sola, pero Francisco llego a mi vida cuando yo tenia 11 meses, de tez morena con ojos un tanto grandes sin exagerar, nariz de ardilla y cabello negro y con unas ganas de vivir inmensas.
Siempre tuve que cuidarte, o almenos eso decia mi mami; "Tienes que cuidar a tu hermanito, porque si no lo haces tu ¿Quién más lo hará?" y asi intentaba que fuera, ya que se te dificultaba socializar con los niños de nuestra edad. En ese tiempo, solias ser muy callado y solo conversabas conmigo y mis papás, recuerdo que queria jugar a las muñecas y nunca te oponias, claro, siempre fuiste inteligente y lo catafixiabas como el gran chabelo a que despues de jugar muñecas jugaramos con tus carritos, creo que fuiste mi primer amigo con el cual compartia mis muñecas y me compartia sus carritos.
Cuando entraste al Kinder, mamá decidió meterte al mismo kinder que una vecina llevaba a su hija y te estaban enseñando las vocales y el alfabeto, recuerdo la primer tarde que te toco hacer la tarea, te quedaste viendo mi cuaderno y me dijiste "Mira tu tambien estas viendo en la escuela la ssss de culebra" aunque sabia que era "sss de serpiente" no quize apagar tu nuevo aprendizaje.
Siempre estuviste lleno de suerte, en los juegos de loteria en donde rascabas algo siempre ganabas algo, en los juegos de canicas de las ferias cuando papá nos llevaba, siempre regresabas a casa con una alcansia, y aunque le quite la mágia a este escrito, me daba envidia tu suerte. A la hora de la comida, siempre llorabas desesperado porque no querias comer la sopa porque estaba caliente, y por más intentos que mamá hacia para que tu mismo le soplaras a tu sopa, querias que ella lo soplara por ti, ahora me da risa recordar tu motivo por el cual no querias comer.
Antes tenia más fuerza que tu y eso me permitia abusar en ocaciones de ti, cuando teniamos alguna riña, aunque ahora me arrepiento de haberlo hecho, de tal modo que ahora tu eres el que abusa de mi cuando jugamos a las luchitas, porque tu eres el que tiene más fuerza.
Las cosas han cambiado y aunque yo no era muy buena cuidandote, ahora tu cuidas de mi, más de lo que te corresponde hacerlo, y aunque siempre te diga cosas feas, eres mi hermano y te quiero muchisisisisisimo.
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